A los que han disfrutado durante dos décadas del pilotaje de Valentino Rossi les costará vivir la carrera de este fin de semana sin el concurso del de Tavullia.
El circuito de Misano, considerado como el “sancta sanctorum” de los seguidores del Doctor, lucirá extraño y diferente sin su presencia en la pista.
De hecho, su ausencia nos ayudará a hacernos a la idea de cómo será en el futuro MotoGP sin él. Porqué llegará un día –tendremos que hacernos a la idea– que Vale decidirá colgar el casco, aunque su legado ya sea para la eternidad.
El año pasado, Carmelo Ezpeleta me comentaba al respecto: “Yo intentaré hasta el último minuto que Rossi jamás se vaya del campeonato. Si no es pilotando, formando parte del mismo de alguna forma. Enzo Ferrari no corrió nunca, pero convirtió su marca en la leyenda de la F1. Valentino puede hacer lo mismo”. El domingo, primer ensayo.
Bajo ningún concepto me atrevo a especular sobre las consecuencias de esta lesión para el futuro profesional del italiano. Yo no soy médico, y plantearse cualquier interrogante sobre ello sería entrar en el terreno de la especulación gratuita, del titular fácil, o del sensacionalismo más mezquino.
Los médicos dicen que su recuperación durará casi un mes y medio. Pero parece que Rossi quiere correr ya en Motorland, dentro de quince días. Difícil, aunque cuando se lesionó de mayor gravedad en 2010, el eneacampeón mundial ya dio muestras de una rehabilitación fulgurante. Claro que tenía siete años menos que ahora, y ello cuenta mucho; sobretodo cuando se bordean los cuarenta tacos de almanaque.
En su entorno aseguran que estaba obsesionado con su décimo título, y que este invierno se había preparado como nunca para el empeño, con más horas sobre la moto que incluso cuando empezaba. Este verano, durante las vacaciones, también. Y de ahí esta lesión, la segunda del año fuera de las pistas.
Que nadie quiera ver en la caída una pérdida de concentración, o un atisbo de irresponsabilidad. Si acaso, un exceso de dedicación. Lo que merece, una vez más, nuestro aplauso.