Márquez provoca pesadillas también en casa de KTM

10-08-2019

Las Ducati han triunfado históricamente en Austria, pero Márquez puede quebrar la racha

Para Pol Espargaró y Johann Zarco este es un Gran Premio diferente. También es distinto para los pilotos del equipo Tech3, o para los del Team Ajo. Y es que corren “en casa”. En casa de KTM, claro. En uno de los circuitos con la media de velocidad más alta de todo el campeonato.

Debe ser difícil tener que debatirse en este escenario sabiendo que no tienes nada que hacer ante tus rivales. Algo así como lo que le pasa a Ferrari en Monza, que no gana allí desde 2010. Y con Fernando Alonso, vaya por Dios.

Desde que el mundial de motociclismo se disputa en el Red Bull Ring, solo Ducati ha sido capaz de ganar aquí: Iannone en 2016, Dovizioso en 2017 y Lorenzo el año pasado.

Para Stefan Pierer, el presidente de KTM, que únicamente los de Borgo Panigale hayan sido capaces de regar en su jardín particular debe resultar menos doloroso que si esta estadística fuera como la de Austin, donde sólo gana Màrquez. Su odio hacia Honda, contrastado con múltiples declaraciones a lo largo de los años, es de tal magnitud que probablemente no soportaría una hegemonía a domicilio de los del ala dorada.

Afortunadamente para él la Honda corre menos que la Ducati, y esto en este circuito, donde se frena poco y hay rectas bastante considerables, tiene una gran trascendencia. Aunque la velocidad punta de la japonesa ya no es tan inferior a la de la italiana, como era hasta este año.

Antes, cuando íbamos a Salzburgring –el anterior escenario del GP de Austria, que dejó de acoger Grandes Premios en 1994– solíamos llamar a aquella pista “el túnel de acero”. Era un trazado casi tan aburrido como el actual (para las motos, porque para la F1 es excelente), aunque mucho más peligroso. Allí se corría mucho, no había escapatorias, y las dos eternas rectas unidad por dos curvas –era casi un óvalo– transcurrían pegadas al guarda-raíl. Había que ser muy valiente para no arrugarse en aquel lugar.

El trazado de Spielberg es el único del campeonato donde aún no ha ganado Màrquez. Esto constituye, sin duda, un verdadero reto para el de Cervera, conocedor de la inferior potencia de su motor, y con las pilas más que cargadas tras haber igualado las 76 victorias de Hailwood en un fin de semana donde destrozó a toda la competencia (lo de la pole del sábado en Brno fue de traca) en un circuito que, en teoría, tampoco le era propicio.

El catalán es consciente que, si gana aquí, el torpedo que mandará a la línea de flotación de Ducati, y sobre todo de Dovi, puede ser letal.

El italiano está a 63 puntos de Marc –una locura–, no gana desde Qatar, y sabe que este puede ser su último tren del 2019… a pesar de que aun falten diez carreras para terminar el año. Si no resta puntos al de Repsol aquí: apaga y vámonos.

No sólo el vigente campeón puede amargarle la existencia. También el privado Jack Miller, que como él lleva una Ducati y llegará con la moral alta después de su podio en Brno.

Habrá que estar también muy pendientes de lo que puedan hacer las Yamaha. En teoría poco, pero salieron tan satisfechos del test que han hecho esta misma semana en la pista checa, que deberemos observar si la YZR-M1 realmente ha cambiado o sigue siendo ese desespero para quienes la pilotan como ya sabemos.

Visto lo visto me parece que, pensando en una victoria de Honda en su casa, Stefan Pierer va a tener dificultades para conciliar el sueño esta noche. Y no por el calor, precisamente.