14-11-2020

Siempre se dijo que la de Man -escenario del pavoroso Tourist Trophy- es la isla más motorista del mundo. Pero tal vez haya que ir cambiando esta perspectiva si finalmente Joan Mir se proclama campeón del mundo de MotoGP en Cheste. Con el recuerdo permanente del añorado Luis Salom, y la realidad de los cinco mundiales de Jorge Lorenzo -dos en 250 y tres en MotoGP- queda claro que, si de motos se trata, Mallorca no es precisamente la isla de la calma. Y menos con Emilio Pérez de Rozas dando su bulla permanente desde allÃ. El de Palma ha demostrado tener esa tranquilidad muy bien interiorizada, y el domingo puede disponer de la mejor ocasión para aplicar esa cualidad en su primer match-ball. Seguro que algo habrá aprendido de cómo gestionar la presión en el último juego de un paisano… Seguir llegint