10-06-2017

Robert Kubica volvió a pilotar un F1, seis años después. Y, paradojas, lo hizo en la misma semana del GP de Canadá, la carrera del accidente más espectacular de su carrera deportiva, y que menos secuelas le significó comparado con el que tuvo en el rally que cercenó su trayectoria cruelmente. Con la disputa de esta carrera, la F1 vuelve a "la normalidad". El revuelo que suscitó la participación de Alonso en Indianápolis puso el paddock patas arriba, y eclipsó notablemente un GP de Mónaco que pasará a la posteridad con más pena que gloria; acaso sólo por el dudoso honor de ser una de las ediciones menos seguidas y más aburridas de la historia. Pero Montreal es diferente. El Gilles Villeneuve nunca decepciona. Este sà es un circuito de verdad. Rápido, selectivo, e impresionante.… Seguir llegint