08-09-2018

Una vez, de camino al karting de Osona, adelanté con mi moto uno de esos coches minúsculos que llevan aquellos que no tienen edad para la licencia de conducir automóviles "normales", o los que no han sabido aprobarla. Al rebasar aquel micro-car, me di cuenta de que su conductor, que viajaba solo, transportaba en el interior una moto totalmente desmontada. Más tarde, ya en la pista de Vic, llegó aquel artefacto, manejado por un joven que despuntaba en las carreras del nacional de velocidad, y que aún no podÃa conducir otro vehÃculo de cuatro ruedas que no fuera aquello. Como no llevaba mecánico ni asistencia alguna, empezó a armarse la moto él solito, para una jornada completa de supermotard. Era Tito Rabat. Aquel gesto, aquella tonterÃa, me demostró que aquel piloto… Seguir llegint