
Hace años, a los pocos meses de empezar su actividad, comenzaron a llegar a los máximos responsables del Circuit de Catalunya peticiones de toda Ãndole. Entre ellas las de algunos padres que, desesperados por la pérdida de un joven hijo en un accidente de moto, preguntaban por la posibilidad de enterrarle en algún punto de su lugar favorito, a poder ser en la escapatoria de alguna de las curvas. Por razones sanitarias nunca fue posible cumplir con esos deseos. Sin embargo, años después se promovió la construcción de un columbario que sigue en funcionamiento. Aunque hay bastantes placas conmemorativas en dicho lugar, en realidad son pocas las urnas funerarias que reposan en ese espacio. Como pueden imaginarse, no es dudoso que la instalación de Montmeló figura entre mis coliseos… Seguir llegint